¿Edadismo en la atención sanitaria? ¡Una
llamada a la humanización de la atención sanitaria!
¿Existe el edadismo en la atención
sanitaria?
El edadismo es un problema global que
puede afectar la calidad de atención sanitaria que se brinda a las personas
mayores. Se trata de una forma de discriminación basada en la edad que conduce
a la subestimación y exclusión de las personas mayores, ya sea en el ámbito
laboral o en la atención sanitaria y social.
En este artículo, exploraremos:
Como el edadismo se filtra en la atención
sanitaria.
Como la humanización de la atención se
presenta como una solución necesaria para abordar el edadismo y garantizar que
todos reciban una atención justa y de alta calidad, independientemente de su
edad.
Al igual que otras formas de
discriminación, el edadismo se basa en la generalización y la simplificación de
las personas en función de su edad. Las personas mayores con frecuencia son
estigmatizadas como frágiles, dependientes y menos capaces, lo que conduce a
una atención sanitaria inadecuada y a la falta de consideración de sus
necesidades individuales. De manera similar, los jóvenes pueden ser vistos como
inmaduros o irresponsables, lo que puede conducir a una subestimación de sus
preocupaciones y a una falta de participación en el cuidado de su propia salud.
Algunos ejemplos comunes de discriminación
por edadismo en atención sanitaria:
- Falta de acceso a ciertos tratamientos y
procedimientos médicos debido a la edad del paciente.
- Estereotipos negativos y prejuicios sobre
las capacidades y habilidades de las personas mayores. Lo que puede implicar un
tratamiento inferior y menos atención médica.
- Falta de recursos y programas específicos
para las necesidades de atención médica de los pacientes mayores.
- Falta de investigación y desarrollo de
nuevos tratamientos y tecnologías médicas para la atención de pacientes
mayores.
- Negligencia y abuso emocional, físico y
financiero en las residencias de ancianos y en los centros de atención socio
sanitaria.
Es fundamental entender que cada persona,
independientemente de su edad, tiene una historia, experiencias vividas y una
riqueza de conocimiento acumulada a lo largo del tiempo.
La
humanización de la atención sanitaria nos invita a reconocer y celebrar esta
diversidad de experiencias. Admitir la singularidad de cada persona y
garantizar que se les trate con dignidad y respeto en todos los aspectos de la
atención sanitaria. Esto implica superar los prejuicios basados en la edad y
centrarse en las necesidades individuales de cada paciente, a pesar de su edad
cronológica.
La humanización de la atención sanitaria
también promueve la participación de los pacientes en la toma de decisiones
relacionadas con su salud, fomentando así una relación más igualitaria y
colaborativa entre los profesionales de la salud y los pacientes
La humanización de la atención sanitaria
implica un cambio importante en la forma en que tratamos e interactuamos con
los pacientes. Se trata de escuchar, tomarse el tiempo para comprender sus
preocupaciones y deseos y brindar apoyo emocional sincero. Sin importar la edad
del paciente, la empatía y la compasión deben ser la base de cada interacción.
Al hacerlo, estamos creando una relación
de confianza y respeto mutuo y trabajando juntos para lograr los mejores
resultados posibles.
Conclusión:
El edadismo en la atención sanitaria es un
problema grave que requiere atención inmediata.
La humanización de la atención sanitaria
se presenta como una solución necesaria para abordar este problema y garantizar
que todas las personas, al margen de su edad, reciban una atención justa y de
alta calidad.
Al eliminar las barreras del edadismo,
estamos un paso más cerca de crear una sociedad más inclusiva y equitativa para
todas las edades.
En la atención sanitaria, es momento de
superar los prejuicios, los estereotipos y abrazar la humanidad.
Superando los prejuicios basados en la
edad y reconociendo el valor intrínseco de cada persona, creamos un entorno más
acogedor y cálido donde cada persona se sienta valorada y respetada por su
esfuerzo por llevar una vida saludable.
Es necesario generar una mayor conciencia
entre los profesionales de la salud, las organizaciones políticas y los medios
de comunicación para que se unan a este movimiento que busca una atención
médica más humana. Implementemos políticas y prácticas que promuevan la
inclusión y la igualdad en la atención sanitaria, capacitando a los
profesionales de la salud en la sensibilización y el manejo de los prejuicios por
edad.
Hay que trabajar juntos para crear un
sistema de salud que respete la diversidad humana y brinde atención compasiva a
todas las personas, sin importar su edad.
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