Durante mi etapa en el
Ecosistema de la supervisión de
enfermería y en los innumerables cursos de gestión impartidos, he oído siempre
la siguiente reflexión, por activa y por pasiva: los mandos intermedios (se nos llama de
diferentes maneras) sois como un “sándwich” os presionan por arriba y os
presionan por abajo.
Esta frase resonaba en mi
cabeza, y fue al dejar la gestión cuando
pude observar que no solo podemos sentirnos sándwich, sino que muchas veces y
sin saberlo padecemos el que yo denomino “Síndrome del carrito del súper”.
Paso a describir los
síntomas; si alguno/a se siente identificado/a, a partir de ahora cuando hable
de carrito hacedme el favor de pensar y visualizar vuestro ecosistema
particular.
El Carrito se mueve por una
cantidad de dinero que no es equiparable a la responsabilidad que se le pide.
(Diferencia escala salarial poco significativa)
El Carrito es empujado
(presionado) para realizar su trabajo, pero muchas veces cambiando de dirección
y sin prioridades. (Objetivos mal definidos).
El Carrito ha de conocer
toda la organización pero su hábitat normalmente está fuera del núcleo de la
misma. (Falta de estructura y sentimiento de pertenencia)
La impresión general sobre
los Carritos es que siempre están
reunidos, y son poco efectivos. Y es por eso que otros componentes de la organización pueden solucionar los problemas que surgen
como “las bolsas”. (Lideres informales)
El Carrito da la sensación
de uniformidad: todos alineados; pero en realidad las cadenas que les unen
(normas, falta de liderazgo, trabajo en equipo etc.) no les permiten capacidad de gestión
efectiva.
El Carrito en ocasiones recibe un trato brusco y se le carga con
responsabilidades que no corresponden a sus funciones. (Indefinición de cargo).
El Carrito ha evolucionado poco.
Ha pasado de ser de hierro forjado a ser de plástico, en teoría más manejables (nuevos
estilos de liderazgo pero con los mismos resultados). Eso sí, en algunos supers han introducido carritos más
pequeños sin monedas, más manejables y que sí están dentro de la organización.
(Coordinadores, Transversales)
El Carrito con el tiempo a
veces no obedece la dirección marcada y como resultado se le aparta de la fila
y se le puede ver vagando tiempo y tiempo. También lo podemos encontrar fuera
abandonado por todos, los de arriba y los de abajo, y en el mejor de los casos
puede aparecer en otro súper con la paradoja de ser “igual pero a la vez
diferente que el carrito de la nueva organización”.
El Carrito podría perdurar
en óptimas condiciones, minimizando el riesgo de padecer el Síndrome, con un
buen mantenimiento por parte de la organización. (Motivación, Reconocimiento,
Salario adecuado…).
Nota del Editor: Este post lo publique por primera vez el martes, 29 de septiembre de 2015, como invitado en el Blog Humanizando la Gestión Sanitaria de mi amigo Albert Cortés Borra.
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