La leyenda del chófer de Einstein o también conocida como La historia de Max Planck y su chófer
"Cuentan que una tarde,
cuando Einstein y su chófer se dirigían a impartir otra conferencia en la
universidad, Einstein tuvo una idea. Hablando con su chófer, Einstein dijo:
Realmente no me siento con ganas de dar mi conferencia esta noche. ¿Por qué no
la impartes tú...? ¿Yo? respondió el chófer
sorprendido. Sí, respondió Einstein. Me
has escuchado en tantas ocasiones que estoy
seguro de que ya te la sabes de memoria.
¿Qué pasa si hay preguntas? dijo el chófer. Nunca hay preguntas, no hay
nada de qué preocuparse, espeto Einstein.
Y así se ideó la trama.
Cambiarían de ropa y cambiarían de roles.
Al llegar al campus, el chófer
fue recibido por un físico famoso, y Einstein lo acompañó, como era apropiado
para un hombre de su categoría.
Tal y como Einstein
esperaba la conferencia fue un éxito. Pero al final de la conferencia, el chófer
vio con horror cómo, desde la audiencia, un hombre se puso en pie y le hizo una pregunta detallada sobre un
punto oscuro de la teoría de la relatividad. El chófer miró a Einstein con
miedo en los ojos, pero luego recuperó la compostura, comenzó a sonreír y miró
directamente al caballero y respondió: Esa pregunta es muy simple de responder,
señalando a Einstein, que estaba en la parte de atrás del pasillo; y continuó:
De hecho, esa es una pregunta tan fácil que me gustaría invitar a mi chófer al
escenario para responderla.”
Podemos concluir que en esta
historia se presentan dos tipos de
conocimiento, el conocimiento experto
y el conocimiento chófer. La
diferencia está en que el experto ha
invertido, ha vivido, ha aprendido y ha desarrollado este conocimiento durante
años obteniendo un resultado. El de chófer
son personas que no han vivido ese
conocimiento, solo lo han leído o lo han podido absorber de alguna manera pero
no se trata de un conocimiento propio, es un conocimiento aprendido.
Aplicado a nuestro tiempo, la gran
diferencia es que uno es experto en su materia invirtiendo numerosas horas de
estudio y el segundo repite este conocimiento de forma oportunista sobretodo en
las redes sociales.
“REALIDAD O FICCIÓN”, la
moraleja que se puede extraer de esta historia es que hay que tener mucho, pero
que mucho cuidado con los “humo
sapiens”, los oportunistas, los falsos gurús, los que se suben al carro...y con
todos aquellos que pretenden apropiarse del saber de
las profesiones y de los profesionales.
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