jueves, 5 de octubre de 2017

IMPACTO DE LA VIOLENCIA EN EL LUGAR DE TRABAJO

ICEBERG DE LAS AGRESIONES
Los actos violentos  contra el personal sanitario son  un riesgo ocupacional complejo y persistente, que han de  soportar “casi a diario” nuestros  profesionales.

"Casi medio millar de facultativos sufrió algún tipo de violencia en 2016, un 37% más que el año anterior, fuente Cadena Ser 16/03/2017.
Los sanitarios sufren casi 7.000 agresiones en los últimos 10 años. Un registro catalán de violencia ocupacional en sanidad revela que la incidencia de situaciones violentas en 2015 fue la más alta de la década, fuente El País 29/05/2016"

Esta violencia se puede plasmar de formas diferentes ya sea por  amenazas,  acoso, palizas, heridas por arma blanca, disparos y otras formas de agresión.
 La profesión sanitaria es una de las que mayor número de agresiones padece.
Los profesionales de la salud están en mayor riesgo debido a su contacto con pacientes que tienen enfermedades mentales graves y / o antecedentes de violencia, familias desbordadas, así como trabajar en entornos ocupacionales marcados por estrés, Burn-Out y alta rotación. 

"Cualquiera que haya trabajado en un ambiente hospitalario reconoce que nunca se sabe quién va a entrar por las puertas y en qué estado de ánimo",

IMPACTO DE LA VIOLENCIA EN EL LUGAR DE TRABAJO

Al margen de las consecuencias negativas en la salud física y psíquica de la víctima de una agresión o en el estado emocional del resto de compañeros del centro sanitario, todo incidente violento tiene un impacto en términos de coste económico, material y humano o de prestigio de la propia organización sanitaria donde se ha producido la agresión.

DETERIORA LA CALIDAD DE LA ATENCIÓN SANITARIA...

         La empresa afectada sufre un importante incremento del absentismo laboral.
       En un entorno inseguro  hay actitudes de huida y/o de complacencia a las demandas del agresor que pueden dar lugar a conductas inadecuadas.
         Disminución de la productividad
         Baja moral de los empleados
         Problemas para incorporar nuevos profesionales

En la persona agredida se producen una serie de daños tanto físicos como psíquicos:

FÍSICOS, pueden ir desde...

         Ausencia de lesión traumática visible.
         Contusiones únicas (hematoma, erosión, excoriación).
         Contusiones múltiples (hematomas, erosiones, excoriación).
         Heridas leves o superficiales que precisen aproximación.
         Heridas graves que precisen sutura o intervención quirúrgica
         Heridas que conlleven riesgo vital
         Heridas mortales

PSÍQUICOS, pueden ir desde...

         ANSIEDAD: Tiene como síntoma primordial el miedo a seguir ejerciendo la propia profesión y, en ocasiones, verdadero pánico al lugar de trabajo, con palpitaciones, sofocos, síntomas respiratorios y somatizaciones como gastralgias, migrañas y contracturas musculares. 

         DEPRESIÓN: Baja autoestima, que puede derivar en una sensación de incapacidad para continuar ejerciendo la profesión dado que no hay energía.

         ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: Se caracteriza por insomnio, pesadillas nocturnas se revive la agresión. Suele remitir al cabo de un año, pero un 30% de los casos suele sufrirlo de forma crónica.

         Síndrome  De  “Burn-Out


El impacto más devastador de la violencia para los profesionales de la salud es su incapacidad para sentirse seguros en el trabajo.

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