martes, 29 de julio de 2025

 Liderar desde la mente del otro: 

una perspectiva esencial para equipos de gestión y coordinación en enfermería

En el contexto de los cuidados de salud, los desafíos diarios demandan liderazgos que vayan más allá de la gestión de recursos o la supervisión técnica. Un enfoque poderoso y actual para ejercer el liderazgo es la capacidad de “liderar desde la mente de las demás personas”; es decir, comprender, anticipar e influir a partir de las perspectivas y necesidades de cada integrante del equipo.

Este enfoque comienza por cultivar la empatía profesional. Significa dejar a un lado exclusivamente la posición jerárquica y buscar activamente entender lo que motiva, preocupa o moviliza a quienes conforman el grupo de trabajo. Reconocer sus expectativas, barreras, inquietudes y aspiraciones –tanto personales como profesionales– permite a quienes lideran adaptar su estilo a la diversidad y singularidad presente en cada equipo, promoviendo así un mayor compromiso y mejores resultados.

Liderar desde la mente de las demás personas requiere habilidades de observación y escucha activa. Quien lidera con atención es capaz de identificar señales de agotamiento, motivaciones subyacentes y potenciales conflictos antes de que surjan de manera abierta. Aún más relevante es la capacidad de descubrir talentos y capacidades que pueden permanecer ocultas, potenciando el desarrollo profesional y el sentido de pertenencia.

Este modelo fomenta equipos inclusivos, proactivos y resilientes. Quienes coordinan desde esta perspectiva logran alinear mejor los objetivos instituidos con los personales, generando cohesión y propósito común. Así, se crea un ambiente donde las sugerencias, dudas y errores se transforman en oportunidades para aprender y crecer colectivamente.

Tomar decisiones desde la mente de las demás personas implica siempre considerar el impacto de las acciones en el bienestar, la motivación y la moral de quienes forman el equipo. El liderazgo efectivo no reside en la autoridad sino en el servicio: inspirar confianza, facilitar el diálogo y fortalecer los vínculos de respeto y colaboración.

En síntesis, las personas que ejercen la gestión y coordinación en enfermería y eligen liderar desde este enfoque inclusivo están más preparadas para afrontar los retos actuales del sector salud. Esta forma de liderazgo humano no solo favorece la calidad asistencial, sino que fortalece la inclusión, el compromiso y el desarrollo profesional de todo el equipo, sentando las bases para un liderazgo verdaderamente transformador.

Aspectos esenciales

          Empatía profesional: comprender motivaciones, expectativas y necesidades de todas las personas del equipo.

          Escucha y observación activa: anticipar conflictos y detectar capacidades únicas.

          Liderar desde la perspectiva de las demás personas: fomenta equipos inclusivos, proactivos y cohesionados.

          Impacto en el bienestar del grupo: considerar siempre el efecto de las decisiones en la moral y la salud emocional de quienes integran el equipo.

          Confianza y servicio: promover un entorno de respeto, aprendizaje mutuo y crecimiento colectivo.

          Adaptabilidad del liderazgo: fortalece el sentido de pertenencia y el desarrollo profesional de todas las personas.

          Mejora de los resultados: prepara a los equipos de supervisión y coordinación para responder a los retos actuales del cuidado de la salud.


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