La Luz de la Nevera: Liderazgo y Gestión Sanitaria ante la Realidad Oculta (Y cómo Dejar de Ignorarla)
Abrimos la nevera a las 3:14 de la madrugada, buscando el yogur que juramos que quedaba. La luz se enciende. Todo brilla.
Cerramos la puerta y, mágicamente, la luz “desaparece”.
¿O nunca se apagó?
Esa es la vida de demasiados líderes sanitarios. La luz está siempre encendida… pero solo la vemos cuando alguien abre la puerta.
Lo que brilla dentro (aunque nadie mire)
Todo eso está ahí, brillando 24 horas al día. Pero solo lo vemos cuando estalla:
- 🚨 La enfermera que lleva 18 meses sin librar un fin de semana seguido.
- 🛌 El residente que se queda a dormir en la sala de descanso porque entre guardias no le da tiempo ni a pasar por casa.
- ⏳ El paciente oncológico que espera 97 días para la primera consulta.
- 📦 El almacén que pide 400 batas y recibe 39.
- 😢 El celador que llora en el parking porque su madre está en otra planta y no puede ir a verla.
Todo eso está ahí. Brillando. Pero solo lo vemos cuando estalla.
Cinco puertas que se abren demasiado tarde
- La puerta del telediario
Las listas de espera pasan de ser “datos” a “vergüenza nacional” en 24 horas. - La puerta de las excedencias
De repente 27 enfermeras piden salir el mismo mes. Nadie entiende nada… hasta que lees las actas de las últimas 18 reuniones. - La puerta del vídeo viral
Un paciente graba 9 horas en urgencias. 400 000 reproducciones y tu móvil echando humo. Ese mismo paciente llevaba cuatro años viniendo cada quince días. - La puerta del auditor
Descubres que lleváis tres años pagando el doble por las jeringuillas. El correo del jefe de compras estaba en tu bandeja desde agosto… justo cuando estabas en el congreso de Barcelona tuiteando lo orgulloso que te sentías. - La puerta del espejo
La más silenciosa y la que más duele. Un día te miras y no reconoces al que manda.
La excusa universal
“Es que nadie me lo dijo”.
Falso.
Te lo dijeron 47 veces. Pero siempre cuando tenías la puerta cerrada.
Tres pasos para dejar de ser un líder-nevera
- Abre la Puerta y Escucha (sin Agenda)
45 minutos semanales sin agenda. Baja a cualquier planta. Solo escucha. Sin café. Sin excusas. - Pon una cámara dentro
Canal anónimo de verdad. Léelo tú. Cada viernes. Responde aunque solo sea “recibido”. - Deja de celebrar las medallas tardías
La próxima vez que te aplaudan por “solucionar” algo que llevaba dos años pudriéndose, di la verdad: “Gracias, pero llegué tarde. A partir de hoy abro la nevera antes de que huela.”
Epílogo
La semana pasada le pase el borrador de mi articulo a una adjunta de enfermería y me escribió:
«He leído tu artículo y hoy he bajado a la planta 4 por primera vez en tres años. Una auxiliar me ha mirado y ha dicho: “Por fin alguien abre la puerta”.»
Eso es todo lo que hace falta. Una persona que abra la puerta antes de que se pudra todo.
¿Te atreves mañana lunes?
Si eres líder sanitario y esto te ha dolido… bien. Significa que todavía estás a tiempo.
(Todo parecido con la realidad es pura coincidencia. Menos mal, porque si no sería para llorar.)

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