miércoles, 19 de abril de 2023

La tentación de convertir a los mandos intermedios en Guardia Pretoriana Pros&Contras


 Los mandos intermedios son piezas claves en cualquier empresa u organización, ya que son quienes se encargan de dirigir y coordinar al equipo de trabajo en la consecución de los objetivos establecidos. Sin embargo, existe un riesgo latente cuando se les da demasiado poder y se les convierte en algo así como una Guardia Pretoriana, es decir, una tropa de élite que se considera por encima del resto y que se identifica plenamente con los intereses de la cúpula directiva.

 La Guardia Pretoriana era una unidad de élite del ejército romano que tenía como objetivo proteger al emperador. De manera similar, los mandos intermedios que se convierten en Guardia Pretoriana desarrollan una lealtad inquebrantable hacia la dirección de la empresa, en lugar de mantener la objetividad y equilibrio necesarios para liderar de manera efectiva a su equipo de trabajo.


 Convertir a los mandos intermedios en guardia pretoriana tiene como todo en la vida pros y contras.

 PROS:

  • Lealtad y compromiso: Cuando los mandos intermedios se sienten protegidos y apoyados por la alta dirección, pueden aumentar su lealtad y compromiso hacia la organización. Esto puede conducir a una mayor motivación y productividad en el trabajo.
  •  Cohesión en la organización: Al crear una cultura de lealtad y compromiso, se puede mejorar la cohesión en la organización. Los mandos intermedios pueden sentirse más conectados con la alta dirección y, por lo tanto, ser más efectivos en la comunicación y el cumplimiento de objetivos.
  •  Rapidez en la toma de decisiones: Cuando los mandos intermedios tienen una relación sólida y de confianza con la alta dirección, pueden tomar decisiones más rápidas y eficientes en beneficio de la organización, sobre todo en situaciones de crisis o en momentos donde se necesite una respuesta rápida y unificada.

 CONTRAS:

  •  Crear un ambiente de lealtad ciega: En el que los mandos intermedios no están dispuestos a cuestionar las decisiones de la alta dirección, incluso si estas decisiones no son beneficiosas para la organización en su conjunto.
  •  Falta de objetividad: Si los mandos intermedios se sienten obligados a ser leales a la alta dirección, pueden perder su objetividad al tomar decisiones. Esto puede llevar a la toma de decisiones perjudiciales para la organización.
  •  Mal ambiente laboral: Los mandos intermedios que actúan a modo de Guardia Pretoriana pueden propiciar un ambiente tóxico en la empresa, donde se suceden intrigas, favoritismo y nepotismo
  •  Ausencia de innovación: Cuando los mandos intermedios se sienten obligados a proteger la posición de la alta dirección, pueden perder la capacidad de ser innovadores y tomar riesgos creativos.
  •  Falta  pensamiento crítico en la toma de decisiones: Esto puede limitar la capacidad de los mandos intermedios para pensar y tomar decisiones en la búsqueda de soluciones.
  •  Baja moral en los empleados: Si los empleados de primera línea perciben que los mandos intermedios están más preocupados por proteger su posición en la organización que por la calidad del trabajo, pueden perder la confianza en ellos. Esto puede disminuir la moral y la motivación de los empleados.

 En conclusión, convertir a los mandos intermedios en Guardia Pretoriana puede tener tanto ventajas como desventajas. Si bien puede aumentar la lealtad y el compromiso hacia la organización, también puede limitar la innovación y la objetividad en la toma de decisiones. Es importante encontrar un equilibrio entre la protección y la libertad de los mandos intermedios para asegurar que se tomen decisiones objetivas y eficaces en beneficio de la organización en su conjunto. Es esencial que se fomente una cultura de respeto y colaboración en la empresa, que permita a los trabajadores sentirse parte de un equipo y no ajenos a los objetivos y logros de la empresa. Asimismo, es necesario un liderazgo más horizontal que vertical, en el que se valore la contribución de todos los trabajadores y se les escuche y se tenga en cuenta sus sugerencias y propuestas.