jueves, 29 de junio de 2023

"Personas en el centro"

¿Qué tienen en común?, las palabras siguientes: Humanización, Gestión, Liderazgo, Personas, Habilidades Sociales Blandas y Compasión.




En la sociedad actual, la tecnología y la innovación están en constante evolución. Sin embargo, es importante recordar que lo que nos une a todos es nuestra humanidad. Hay varias palabras que destacan la importancia de tener en cuenta a las personas en todas las áreas de la vida, ya sea en el trabajo, la sociedad o la vida personal.

En esta entrada, exploraremos lo que tienen en común palabras como "humanización", "gestión", "liderazgo", "personas", "habilidades sociales blandas" y "compasión".

 


Humanización:

La humanización se refiere al acto de reconocer y respetar la dignidad y los derechos de cada individuo. Es el enfoque que nos permite ver más allá de los roles y títulos, y recordar que todas las personas merecen ser tratadas con empatía y comprensión. En el entorno laboral, la humanización implica brindar un trato justo y respetuoso a los empleados, preocupándose por su bienestar y asegurándose de que se sientan valorados y escuchados.

Gestión:

La gestión implica el proceso de administrar y dirigir recursos para lograr objetivos con eficacia y eficiencia. Sin embargo, la gestión efectiva comprende más que solo cumplir metas. Implica entender las necesidades y preocupaciones de las personas involucradas en el proceso y encontrar formas de apoyar y desarrollar su potencial. Un buen gestor no solo se enfoca en los resultados, sino también en el crecimiento y bienestar de su equipo, fomentando un ambiente de confianza y colaboración.

Liderazgo:

El liderazgo va más allá de dar órdenes y tomar decisiones. Un verdadero líder se preocupa por el bienestar de las personas a su cargo y busca guiar y motivar a su equipo hacia el éxito. El liderazgo efectivo requiere habilidades de comunicación, empatía y compasión para construir relaciones sólidas y fomentar un entorno de trabajo positivo. Un líder de calidad sabe cómo inspirar a los demás, brindándoles apoyo y oportunidades para crecer y alcanzar su máximo potencial.

Personas:

Las personas son el núcleo de cualquier organización o comunidad. Reconocer y valorar a cada individuo por sus aportes y habilidades es esencial para fomentar un ambiente inclusivo y respetuoso. Al centrarse en las personas, se crea un sentido de pertenencia y se promueve la colaboración y la productividad. Las organizaciones de calidad entienden que el bienestar y la satisfacción de las personas son fundamentales para el éxito a largo plazo.

Habilidades sociales blandas:

Las habilidades sociales blandas, también conocidas como habilidades interpersonales, son aquellas relacionadas con la forma en que nos relacionamos y comunicamos con los demás. Estas habilidades incluyen la empatía, la escucha activa, la comunicación efectiva y la capacidad de trabajar en equipo. Son fundamentales para establecer conexiones significativas y promover una cultura de respeto y colaboración. En un entorno laboral de calidad, las habilidades sociales blandas son valoradas tanto como las habilidades técnicas, ya que contribuyen a un ambiente armonioso y un mayor rendimiento.

Compasión:

La compasión es la capacidad de comprender y sentir empatía hacia las experiencias y dificultades de los demás. Al incorporar la compasión en nuestras interacciones, creamos un entorno donde las personas se sienten valoradas y apoyadas, lo que a su vez promueve el bienestar emocional y el desarrollo personal. En un lugar de trabajo que valora la compasión, los líderes y colegas demuestran una genuina preocupación por los demás y están dispuestos a brindar apoyo y comprensión en momentos difíciles.

Todas estas palabras comparten un enfoque en la importancia de la humanidad y las relaciones interpersonales. 

La humanización, la gestión efectiva, el liderazgo auténtico, el cuidado y el desarrollo de las personas, la aplicación de habilidades sociales blandas y la compasión son elementos clave para crear entornos positivos y productivos.

 Al tener presente estas palabras y conceptos en nuestro día a día, podemos construir relaciones más sólidas, fomentar la colaboración y alcanzar un sentido de propósito y bienestar tanto a nivel individual como colectivo.

Con estas palabras enfatizamos la idea de promover una cultura organizacional centrada en las personas y el desarrollo de habilidades sociales blandas para lograr un liderazgo y gestión efectivos.


domingo, 25 de junio de 2023

 El equilibrio necesario: La importancia de combinar habilidades técnicas y humanas en las organizaciones


En las organizaciones, existen dos tipos de competencias que son esenciales para el éxito: las competencias técnicas y las competencias humanas. Ambas son importantes, pero cada una tiene su propio papel en el éxito de la organización.

Las competencias técnicas son habilidades específicas que una persona necesita para desempeñar su trabajo. Estas habilidades pueden incluir conocimientos técnicos, habilidades informáticas, habilidades matemáticas, habilidades de análisis y muchas otras habilidades especializadas necesarias para realizar un trabajo específico. Las competencias técnicas son muy importantes porque permiten a las personas llevar a cabo su trabajo de manera efectiva y eficiente.

Por otro lado, las competencias humanas son habilidades sociales y emocionales que una persona necesita para trabajar bien con los demás. Estas habilidades incluyen la capacidad de comunicarse de manera efectiva, trabajar en equipo, liderar y motivar a las personas, resolver conflictos y muchas otras habilidades sociales y emocionales que son esenciales para trabajar en un entorno empresarial.

Aunque ambas competencias son importantes, la mayoría de las organizaciones prefieren contratar personas que posean fuertes habilidades humanas. Esto se debe a que las habilidades técnicas son más fáciles de enseñar y aprender, mientras que las habilidades humanas son más difíciles de enseñar y adquirir. Además, las habilidades humanas son esenciales para construir relaciones sólidas con clientes y compañeros de trabajo, lo cual es fundamental para el éxito de cualquier negocio.

Entonces, ¿Qué es más importante, ser técnicamente competente o poseer habilidades humanas? En última instancia, ambas son importantes. Si bien es cierto que las habilidades técnicas son esenciales para realizar un trabajo específico, las habilidades humanas son vitales para colaborar eficientemente con los demás y establecer relaciones sólidas. Por lo tanto, para tener éxito en cualquier organización, es importante contar tanto con habilidades técnicas sólidas como con habilidades humanas fuertes.

jueves, 15 de junio de 2023

 ¿Edadismo en la atención sanitaria? ¡Una llamada a la humanización de la atención sanitaria!

¿Existe el edadismo en la atención sanitaria?

El edadismo es un problema global que puede afectar la calidad de atención sanitaria que se brinda a las personas mayores. Se trata de una forma de discriminación basada en la edad que conduce a la subestimación y exclusión de las personas mayores, ya sea en el ámbito laboral o en la atención sanitaria y social.

En este artículo, exploraremos:

Como el edadismo se filtra en la atención sanitaria.

Como la humanización de la atención se presenta como una solución necesaria para abordar el edadismo y garantizar que todos reciban una atención justa y de alta calidad, independientemente de su edad.

Al igual que otras formas de discriminación, el edadismo se basa en la generalización y la simplificación de las personas en función de su edad. Las personas mayores con frecuencia son estigmatizadas como frágiles, dependientes y menos capaces, lo que conduce a una atención sanitaria inadecuada y a la falta de consideración de sus necesidades individuales. De manera similar, los jóvenes pueden ser vistos como inmaduros o irresponsables, lo que puede conducir a una subestimación de sus preocupaciones y a una falta de participación en el cuidado de su propia salud.

Algunos ejemplos comunes de discriminación por edadismo en atención sanitaria:

  • Falta de acceso a ciertos tratamientos y procedimientos médicos debido a la edad del paciente.
  • Estereotipos negativos y prejuicios sobre las capacidades y habilidades de las personas mayores. Lo que puede implicar un tratamiento inferior y menos atención médica.
  • Falta de recursos y programas específicos para las necesidades de atención médica de los pacientes mayores.
  • Falta de investigación y desarrollo de nuevos tratamientos y tecnologías médicas para la atención de pacientes mayores.
  • Negligencia y abuso emocional, físico y financiero en las residencias de ancianos y en los centros de atención socio sanitaria.

Es fundamental entender que cada persona, independientemente de su edad, tiene una historia, experiencias vividas y una riqueza de conocimiento acumulada a lo largo del tiempo.

 La humanización de la atención sanitaria nos invita a reconocer y celebrar esta diversidad de experiencias. Admitir la singularidad de cada persona y garantizar que se les trate con dignidad y respeto en todos los aspectos de la atención sanitaria. Esto implica superar los prejuicios basados ​​en la edad y centrarse en las necesidades individuales de cada paciente, a pesar de su edad cronológica.

La humanización de la atención sanitaria también promueve la participación de los pacientes en la toma de decisiones relacionadas con su salud, fomentando así una relación más igualitaria y colaborativa entre los profesionales de la salud y los pacientes

La humanización de la atención sanitaria implica un cambio importante en la forma en que tratamos e interactuamos con los pacientes. Se trata de escuchar, tomarse el tiempo para comprender sus preocupaciones y deseos y brindar apoyo emocional sincero. Sin importar la edad del paciente, la empatía y la compasión deben ser la base de cada interacción.

Al hacerlo, estamos creando una relación de confianza y respeto mutuo y trabajando juntos para lograr los mejores resultados posibles.

Conclusión:

El edadismo en la atención sanitaria es un problema grave que requiere atención inmediata.

La humanización de la atención sanitaria se presenta como una solución necesaria para abordar este problema y garantizar que todas las personas, al margen de su edad, reciban una atención justa y de alta calidad.

Al eliminar las barreras del edadismo, estamos un paso más cerca de crear una sociedad más inclusiva y equitativa para todas las edades.

En la atención sanitaria, es momento de superar los prejuicios, los estereotipos y abrazar la humanidad.

Superando los prejuicios basados en la edad y reconociendo el valor intrínseco de cada persona, creamos un entorno más acogedor y cálido donde cada persona se sienta valorada y respetada por su esfuerzo por llevar una vida saludable.

Es necesario generar una mayor conciencia entre los profesionales de la salud, las organizaciones políticas y los medios de comunicación para que se unan a este movimiento que busca una atención médica más humana. Implementemos políticas y prácticas que promuevan la inclusión y la igualdad en la atención sanitaria, capacitando a los profesionales de la salud en la sensibilización y el manejo de los prejuicios por edad.

Hay que trabajar juntos para crear un sistema de salud que respete la diversidad humana y brinde atención compasiva a todas las personas, sin importar su edad.

Bibliografía:

Butler, R. N. (1969). Age-ism: Another form of bigotry. The Gerontologist, 9(4 Part 1), 243-246.

Nelson, T. D. (2005). Ageism: Prejudice against our feared future self. Journal of Social Issues, 61(2), 207-221.

Palmore, E. B. (1999). Ageism: Negative and positive. Springer Publishing Company.

World Health Organization (WHO). (2015). World report on ageing and health. WHO.

Bytheway, B. (2011). Ageism and age categorization. Journal of Social Issues, 67(4), 607-626.