martes, 28 de enero de 2020

¿Capital Humano?...



¿Capital Humano?...

En épocas de crisis es a quien, por lo general, ¡se sacrifica primero...!

El capital humano es un concepto  que  remite a la productividad de los trabajadores en función de su formación y experiencia laboral.

En ocasiones se usa el término capital humano para señalar los recursos humanos  que tiene una empresa y sus competencias, que derivan en una mejora general de la producción, haciendo referencia al viejo concepto que colocaba al capital humano como factor de producción y no haciendo énfasis en la cualificación del mismo.

El capital humano es el más importante dentro de una organización.

La realidad desmiente esta definición; lo  estamos viendo en los diferentes ERES que se están produciendo.

Los expedientes de regulación se disparan El número de afectados por ERE crece un 40% hasta julio, el mayor ritmo desde 2012 fuente el País (10/10/2019).

¿Qué es un ERE?:
“Es un mecanismo laboral especial dirigido a empresas en crisis que les permiten una reducción de trabajadores”. (FUENTE  página del Servicio Público de Empleo Estatal SEPE)

Cómo funciona un ERE
El ERE es, a efectos prácticos, una herramienta que tienen las empresas a su disposición para gestionar las relaciones con su plantilla cuando una determinada medida de suspensión (un ERE temporal), despido o reducción de jornada afecta a un determinado porcentaje de sus empleados.
Cuando las  empresas que no funcionan demasiado bien y se plantean una reestructuración de los puestos de trabajo, normalmente optan por la reducción de personal.

Qué impacto tiene un ERE, para las personas:

Quien se queda piensa: “¿cuándo me va a tocar a mí?”.
Afecta al clima laboral.
Las personas pueden llegar a perder la confianza, la motivación, la vinculación.

Quien se va piensa: “¿Por qué a mí? ¿No había otra solución?”
¨La organización, los líderes, las organizaciones sociales  e inclusive compañeros me han defraudado, vendido”.

Si hablamos de gestión humanizada, organizaciones humanizadas, etc. etc.  no deberíamos preguntarnos: ¿es absolutamente necesario prescindir de personal?.  Ya sé que no siempre es posible, pero tendríamos que plantearnos una serie de preguntas tales como: ¿es absolutamente necesario?, ¿es posible cambiar los sistemas de trabajo?,  ¿es posible recolocarlos en áreas donde sean más productivos y en definitiva más rentables para la organización? ...

Son preguntas para  pensar antes de una restructuración que a corto plazo da un resultado en los balances, pero a largo plazo puede afectar a eso que hemos dado en llamar “Capital Humano”