Liderar desde la mente del otro:
una perspectiva esencial para equipos de gestión y coordinación en enfermería
En el contexto de los cuidados de salud, los desafíos diarios demandan liderazgos que vayan más allá de la gestión de recursos o la supervisión técnica. Un enfoque poderoso y actual para ejercer el liderazgo es la capacidad de “liderar desde la mente de las demás personas”; es decir, comprender, anticipar e influir a partir de las perspectivas y necesidades de cada integrante del equipo.
Este
enfoque comienza por cultivar la empatía profesional. Significa dejar a un lado
exclusivamente la posición jerárquica y buscar activamente entender lo que
motiva, preocupa o moviliza a quienes conforman el grupo de trabajo. Reconocer
sus expectativas, barreras, inquietudes y aspiraciones –tanto personales como
profesionales– permite a quienes lideran adaptar su estilo a la diversidad y
singularidad presente en cada equipo, promoviendo así un mayor compromiso y
mejores resultados.
Liderar
desde la mente de las demás personas requiere habilidades de observación y
escucha activa. Quien lidera con atención es capaz de identificar señales de
agotamiento, motivaciones subyacentes y potenciales conflictos antes de que
surjan de manera abierta. Aún más relevante es la capacidad de descubrir
talentos y capacidades que pueden permanecer ocultas, potenciando el desarrollo
profesional y el sentido de pertenencia.
Este
modelo fomenta equipos inclusivos, proactivos y resilientes. Quienes coordinan
desde esta perspectiva logran alinear mejor los objetivos instituidos con los
personales, generando cohesión y propósito común. Así, se crea un ambiente
donde las sugerencias, dudas y errores se transforman en oportunidades para
aprender y crecer colectivamente.
Tomar
decisiones desde la mente de las demás personas implica siempre considerar el
impacto de las acciones en el bienestar, la motivación y la moral de quienes
forman el equipo. El liderazgo efectivo no reside en la autoridad sino en el
servicio: inspirar confianza, facilitar el diálogo y fortalecer los vínculos de
respeto y colaboración.
En
síntesis, las personas que ejercen la gestión y coordinación en enfermería y
eligen liderar desde este enfoque inclusivo están más preparadas para afrontar
los retos actuales del sector salud. Esta forma de liderazgo humano no solo
favorece la calidad asistencial, sino que fortalece la inclusión, el compromiso
y el desarrollo profesional de todo el equipo, sentando las bases para un
liderazgo verdaderamente transformador.
Aspectos
esenciales
• Empatía profesional: comprender
motivaciones, expectativas y necesidades de todas las personas del equipo.
• Escucha y observación activa:
anticipar conflictos y detectar capacidades únicas.
• Liderar desde la perspectiva de las
demás personas: fomenta equipos inclusivos, proactivos y cohesionados.
• Impacto en el bienestar del grupo:
considerar siempre el efecto de las decisiones en la moral y la salud emocional
de quienes integran el equipo.
• Confianza y servicio: promover
un entorno de respeto, aprendizaje mutuo y crecimiento colectivo.
• Adaptabilidad del liderazgo:
fortalece el sentido de pertenencia y el desarrollo profesional de todas las
personas.
• Mejora de los resultados:
prepara a los equipos de supervisión y coordinación para responder a los retos
actuales del cuidado de la salud.