lunes, 26 de febrero de 2018
EN LA ORGANIZACIÓN CADA PERSONA ES ALGUIEN, NO UN BULTO
Dedicado a la Enfermera que en una conversación me dijo: "tengo la sensación de que para la empresa solo somos bultos que hay que cubrir"...
jueves, 22 de febrero de 2018
LA IMPORTANCIA DEL LÍDER INFORMAL EN EL CAMBIO A LIDERAZGO HUMANIZADO
El liderazgo y la gestión
humanizada parten de la visión de mejorar el mundo de la gestión poniendo el
foco en las personas, y realizar un cambio en el Paradigma de la Gestión hacia
una Gestión Humanizada. Para ello hemos de implicar a todos los actores de la
organización. Pero hoy me voy a centrar en el papel que deben jugar los
llamados líderes informales y los beneficios que obtendremos trabajando juntos
en este cambio de paradigma.
Un líder es una persona
que conduce a otros, ya sea en un equipo, en una situación de trabajo, en un
club o en cualquier situación donde hay ciertas metas a alcanzar. Un líder es
una persona que dirige a un grupo y es capaz de inspirar a otros para lograr un
objetivo en común.
Los líderes en términos generales
se pueden clasificar en dos tipos: los
líderes formales y líderes informales.
Antes que nada permitidme definir
dos términos que muchas veces se confunden y que van asociados al Liderazgo
PODER: “Capacidad de forzar o coaccionar a
alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerlo, haga tu voluntad debido a
tu posición o tu fuerza”.
AUTORIDAD: “Arte de conseguir que la gente
haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal”.
Todos tenemos claro, o deberíamos
tenerlo, que es el Liderazgo Formal y quién es un Líder Formal:
El liderazgo formal es aquel donde una persona es oficialmente designada
como líder de un grupo. En nuestro caso Adjuntos, Jefes de Área, Supervisores,
Direcciones, etc. Todos estos tienen en común que se les ha entregado un “poder” y “autoridad” explícitos para que
administren a un sistema social, a cambio de entregar cierto servicio a éste,
cuyas funciones básicas son las de: Dirigir, Orientar, Proteger, establecer
Normas, y Controlar.
Las empresas suelen tener un
organigrama que muestra la relación y líneas de puestos dentro de la empresa.
Este organigrama detalla las
líneas de autoridad y responsabilidades de las distintas posiciones y diseña la
estructura de poder formal de la empresa.
El poder formal puede referirse a
la posición en la escala corporativa, a la estructura corporativa o incluso a la función que
se desempeña en el trabajo.
El poder y la autoridad formal se
conceden para satisfacer un conjunto de expectativas explícitas e implícitas
por parte de los miembros del sistema social (superiores y subalternos). Así
como se conceden, también puede ser retirados cuando no cumplen con las
expectativas para la cuales fueron
entregados. Es decir, depende de ejecutar los deberes y responsabilidades del
cargo.
¿Entonces Liderazgo Informal?
Un líder informal es una persona
que no es oficialmente designada como jefe de un grupo, y sin embargo le da a
los otros miembros motivación e inspiración. Aunque Adjuntos, Jefes de Área,
Supervisores, Direcciones etc. son los líderes formales de una empresa, puede que no sean los más “poderosos”
en la organización. Las personas pueden ver como líder a un colega que, creen,
comparte sus objetivos y visiones y tiene algún conocimiento o experiencia que
les ayudará a alcanzar sus metas.
Estos líderes no están en una
posición de liderazgo formal, pero son reconocidos como líderes de sus grupos
de compañeros.
De todo esto podemos concluir que
el Liderazgo Informal se sustenta en la confianza ya que su autoridad y su
poder NO son otorgados, sino que se adquieren (se ganan) en base a los valores,
reputación, a la actitud, a la aptitud y el esfuerzo de alguien, ganándose el
respeto y la admiración basado en la credibilidad de estas personas.
Como hemos dicho anteriormente, las
personas más poderosas en los diferentes departamentos no tienen por qué ser necesariamente los llamados Lideres Formales.
En cambio, los Líderes Informales son personas con más influencia, que pueden conducir a
otros a alcanzar un objetivo o realizar una tarea determinada, ya que en la
práctica sí disfrutan de esa posición de poder. Un ejemplo de ello sería la
capacidad de lograr que el equipo acepte o rechace un cambio de procedimiento,
porque el equipo respeta o tiene una alianza con esa persona.
¿Qué beneficios obtendremos al trabajar conjuntamente?
Todas las formas de poder dentro
de una organización son beneficiosas cuando se usan adecuadamente.
El poder formal es necesario para
alcanzar los objetivos estratégicos y las iniciativas de la empresa; el poder
informal puede ser igualmente útil, sobre todo cuando los roles de liderazgos
oficiales reconocen y usan el poder informal para promover las metas de la
organización
Los gerentes, supervisores,
ejecutivos u otras personas con poder y autoridad formales dentro de una organización pueden
obtener grandes beneficios al reconocer y desarrollar a líderes informales existentes en sus
unidades de trabajo.
Evitar situaciones de conflicto
al conseguir que los líderes informales
no trabajen en contra de los líderes
formales de la organización.
Las personas pueden sentirse más predispuestas a aceptar la crítica cuando reciben la orientación de alguien que
está a su mismo nivel, a quien respetan y en quien confían. A menudo es más
fácil conseguir que las personas la acepten cuando las sugerencias vienen desde
dentro de su nivel.
Los líderes informales tienen
algunas capacidades que los líderes más formales no tienen, simplemente porque
NO tienen un puesto de autoridad designada. Pueden decir cosas, por ejemplo, a
otros miembros del equipo que no pueden ser dichas por una persona en un rol
oficial de gestión.
Cuando los líderes informales
trabajan para lograr la misma visión y los mismos objetivos que los líderes
formales (y la propia organización), pueden descargar la presión de los
gerentes y los líderes formales.
Algunas de las funciones de
liderazgo y muchas funciones de gestión pueden llevarse a cabo de manera
informal por personas sin autoridad real. Esto libera a quienes tienen la
responsabilidad formal de la administración de centrarse en lo que ellos mismos
pueden hacer de manera única.
Riesgos
No todos los líderes informales quieren
serlo. Algunas veces "surgen"
simplemente porque otros en la organización les tienen un gran respeto.
Si bien los líderes informales
pueden ser importantes o incluso esenciales para el éxito de una organización,
también pueden ser enormes obstáculos si comienzan a tomar direcciones que
están en oposición a la dirección que los líderes formales valoran.
Algunos líderes informales pueden
volverse ineficaces si se les otorga autoridad formal.
Cuando los líderes formales
intentan manipular a líderes informales,
existe el riesgo de que los líderes informales se rebelen o se "opongan"
al líder formal.
La no existencia de modelos de
roles adecuados, ya que el líder informal aprenderá del líder formal sus
comportamientos, cómo trata a los demás y cómo se comunica.
En un grupo con líderes formales e informales es
probable que aparezcan conflictos entre los dos si no comparten la misma
visión.
Conclusión
Si nos encontramos en una posición de autoridad
formal, debemos ser extremadamente cuidadosos con la forma en que tratamos de cooperar
con líderes informales.
Hay que dar control sobre cualquier proceso de desarrollo
al líder informal, las personas deben sentir que también son protagonistas en
el cambio.
El otorgamiento de muchos aspectos
puede sacrificar la capacidad de los líderes informales.
Hay que ser conscientes de que
nuestro propio comportamiento como líderes
puede magnificarse, ya que los líderes informales aprenderán qué es (y no es)
un liderazgo efectivo al observarnos cuidadosamente y tomar su propia decisión.
Hay que ser consciente de las relaciones que existen
dentro de la organización. La comprensión de las estructuras de poder de la
organización determinará el grado de eficacia que puede influir en el cambio y
logro de metas.
El grupo tiene lealtades
diferentes a los dos líderes. Se espera que los miembros del grupo sean leales
al líder formal porque él tiene autoridad y poder, y es probable que sean
leales al líder informal porque él es uno de ellos. El líder informal tiene un
mayor compromiso con el grupo, mientras que el compromiso del líder formal recae
en la organización.
En cualquier situación, es
importante que los líderes formales e informales trabajen juntos para
asegurarse de que el grupo logre resultados óptimos. Un ejemplo lo podemos ver
en el emotivo discurso del capitán de la selección de Rugby Jaime Nava, en el partido
clasificatorio para el mundial de rugby (18-2-2018).
miércoles, 14 de febrero de 2018
AQUÍ MANDA LA EMPRESA (AME)
Jaume Riu @Jaume_riu hizo una aportación en Twitter a raíz de mi
post La Fórmula de La Gestión Humanizada
Buena entrada Pere. Pero, ¿dónde colocamos la variable AME (aquí manda
la empresa) que sabes que ejerce un fuerte influjo en el ejercicio de la
gestión? ¿Divide? ¿Raíz cuadrada?

Frases que indican que estamos
en esa “cárcel imaginaria”:
Esto siempre se ha hecho así...
Ya se ha intentado antes...
A ti te pagan para hacer, no para pensar...
Qué quieres cambiar con la crisis que hay...
Qué coste tendrá el cambio a una Gestión Humanizada...
No tengo tiempo...
Si no te gusta ya sabes...
Más cambios...
Etc.
Cuidado que estas frases no son patrimonio de los líderes
|
Por desgracia es común encontrar aún en nuestras organizaciones, profesionales
con un cierto nivel de poder o jefatura pero con muy pocos rasgos de liderazgo que
continúan tratando de obtener sus objetivos por medio de prácticas autocráticas
y dictatoriales promoviendo de alguna manera el temor como herramienta para
conseguir su fin. Estos seguro que Dividen, Son Raíz
Cuadrada Inversa y siempre su suma es cero.
Quizás por eso surgen estos movimientos que tienen como objetivo
humanizar de forma transversal la gestión.

Lamentablemente no existe una llave única para salir de la
“cárcel imaginaria”; en realidad, llegar a encontrar la llave o llaves es todo
un arte y requiere de la aplicación de diversas técnicas y disciplinas, muchas
de ellas de autoconocimiento y crecimiento personal. Sin embargo, aun cuando no
hay una llave única, sí existen diversos componentes que pueden fácilmente
mantenerte en esa “cárcel imaginaria”:
No ser humilde.
La falta de humildad desgraciadamente presente en un alto número de jefes,
gerentes, supervisores, coordinadores etc. El carecer de este importante
componente conduce peligrosamente a una pérdida de confianza (o en su defecto, no ganarla) de sus
colaboradores y si no hay confianza, no hay influencia; y como influencia es el
equivalente a liderazgo, si no hay confianza, no hay liderazgo.
¿Cómo andas de humildad?
SI
|
NO
|
|
¿Tiende usted a
creer que lo sabe todo?
|
||
¿Tiende usted a
pensar que debería estar a cargo?
|
||
¿Cree usted en
ocasiones que las reglas no aplican para usted?
|
||
¿Cree usted que no
debería fallar?
|
||
¿Tiende usted a
creer que logra hacer las cosas sólo por usted mismo?
|
||
¿Cree usted que es
mejor que otros con menos talento o estatus?
|
||
¿Piensa usted que
es tan importante o incluso más importante que la organización?
|
Adaptado del libro: “A veces se
Gana, A veces se Aprende” de John C. Maxwell
No Aceptas riesgos o los Evitas.
Toda decisión se mueve en dos partes del campo de la gestión. En un
lado se encuentra lo que podríamos ganar
y en el otro lado lo que “podríamos
perder” si nos arriesgamos (status, capacidad de decisión etc.).
La pregunta entonces no es si analizamos los riesgos ante cada
decisión sino más bien, ¿cuál es nuestra posición ante el riesgo?
¿Cuántas veces hemos tomado decisiones que nos han costado un
disgusto? Pero ya se sabe eso va con el
cargo y lo que es verdaderamente importante es transformar esas experiencias en
desarrollo de nuestro potencial creciendo y aprendiendo con ellas.
Ten confianza en tus capacidades y fortalezas y asume el riesgo de
tomar decisiones. Ya que si las cosas no salen como esperabas, habrás ganado
una valiosa experiencia que te ayudará a hacerlo de mejor manera en el
siguiente intento.
No Comunicarte de Forma
Asertiva.
La comunicación asertiva es una herramienta clave que nos ayuda a
convertir una situación complicada en un escenario de diálogo donde ambas
partes buscan llegar a un consenso y una solución; cosa que difícilmente se da
si la comunicación es ofensiva, agresiva y pasada de tono.
No obstante, la Gestión Humanizada apuesta por modelos de liderazgo
que busquen el desarrollo de competencias y la aplicación de conceptos como
Inteligencia Emocional y Comunicación Asertiva para incentivar el diálogo, la
sinergia y el trabajo en equipo aprendiendo con esto a tener un mejor control
de nuestras emociones en situaciones difíciles para en conjunto tratar de
conseguir el mejor resultado posible.
No tener en cuenta el contexto
organizacional.
Todos nosotros no movemos o nos hemos movido en diferentes
organizaciones y muchas veces ocupando cargos de responsabilidad no hemos sido capaces
de hacer una radiografía de nuestra organización. Y una cosa sí que es cierta: que
si en la utópica fotografía aparecen Estructuras Jerárquicas inadecuadas,
Culturas asfixiantes, Climas que crean Inseguridad y Obsesión por los
resultados, será difícil (aunque no imposible) implementar un cambio a una
Gestión Humanizada
No alinear Valores.
Los valores personales han de ser congruentes con los valores
empresariales
Cuando los valores personales muestran correspondencia con los valores
empresariales que son sistemáticamente comunicados, conocidos y compartidos,
resultará más fácil que acciones individuales inducidas por la cultura
empresarial, finalmente se manifiesten y coordinen, para apoyar el logro de
metas.
Conclusión.
Para que la Variable A.M.E. no intervenga en la fórmula de la Gestión
Humanizada:
Hemos de hacer que se involucre
toda la jerarquía de la organización.
Los líderes deben creerse el cambio de cultura y transmitirla de forma
creíble en todo el contexto organizativo. Si ni ellos se lo creen, ¿cómo
piensan que se lo creerán los demás?
Dejar de pensar que la falta de recursos es la causa de los problemas,
ya que es un mantra ideal para disimular los males de fondo... Por eso hemos de
ser capaces con una actitud proactiva, romper los límites que nos está
aportando la organización.
¿Quieres
salir de la “cárcel imaginaria”? ¿O ya te va bien seguir así y cuando no tengas
argumentos aplicar la variable A.M.E.?
domingo, 11 de febrero de 2018
domingo, 4 de febrero de 2018
FÓRMULA DE LA GESTIÓN HUMANIZADA
Una de las
muchas cosas que nos planteamos el grupo de personas que formamos el proyecto
HUGES fue definir qué era para nosotros humanización.
Pensé: -esto no tiene que ser difícil ya que en
realidad lo de ser humanos nos viene de serie ¿NO?- Pero quizás por ser tan
obvio es tan complicado definirlo y aplicarlo, sobre todo en el mundo de la
gestión.
Por eso lo
enfoco como “Humanización de la Gestión”, que para mí es ejercer el liderazgo invirtiendo en lo que
nos hace inherentemente humanos: vulnerabilidad, empatía, emociones,
sentimientos, imaginación, etc. Somos humanos porque sufrimos, porque podemos
sentir y sentir por los demás.
Y es ahí donde
se me antoja necesario desarrollar lo que yo llamo la Fórmula de La Gestión Humanizada
y que está compuesta por estas tres constantes que también de alguna manera
están representadas en nuestro Decálogo.
GH=(HS+AC) x VIP
HABILIDADES
SOCIALES (HS)
Son el
conjunto de estrategias de conducta y las capacidades para aplicar dichas
conductas que nos ayudan a resolver una situación social de manera efectiva, es
decir, aceptable para el propio sujeto y para el contexto social en el que
está.
Es la
habilidad para relacionarnos con las personas y con nuestro entorno.
Permiten
expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de modo
adecuado a la situación en la cual el individuo se encuentra mientras respeta
las conductas de los otros.
Estos
comportamientos son necesarios para interactuar y relacionarse con los demás de
forma efectiva y mutuamente satisfactoria.
Trabajar
nuestras habilidades sociales nos dará seguridad facilitando nuestras relaciones con las
personas que conforman nuestro entorno.
Nos dará
la posibilidad de iniciar y mantener una conversación, de expresar
nuestros sentimientos, opiniones y nos
será muy útil a la hora de afrontar un conflicto con seguridad.
En
definitiva las habilidades sociales nos ayudarán a alcanzar un mayor número de éxitos personales en nuestras relaciones con
los demás siempre respetando los derechos de la otra parte.
ACTITUD (AC)
La actitud
es un procedimiento que conduce a un comportamiento en particular.
Es la
realización de una intención o propósito.
Según la
psicología, la actitud es el comportamiento habitual que se produce en
diferentes circunstancias.
Las
actitudes determinan la vida anímica de cada individuo.
Las
actitudes están patentadas por las reacciones repetidas de una persona.
Este
término tiene una aplicación particular en el estudio del carácter, como
indicación innata o adquirida, relativamente estable, para sentir y actuar de
una manera determinada.
La actitud
es la fuerza más poderosa que poseemos.
La
administración es un trabajo y el liderazgo es una actitud, un conjunto de
creencias y emociones; es un enfoque por y para las personas, mientras que la
gestión es un conjunto de comportamientos y actividades. Sobre los líderes recae la
responsabilidad de asegurar el bienestar de los empleados, fomentando su
motivación, creatividad y autonomía.
Es por ello
que al Líder se le debe pedir que no busque sólo su beneficio sino también el
de quienes le rodean. Es decir una “Actitud Integradora” basada en una estrecha
comunicación entre él y los colaboradores con el objetivo de unificación e
integración.
La actitud de un buen líder radica principalmente en valorar a la persona
no únicamente en el desempeño del puesto.
Valorar la Importancia de Las Personas (VIP)
La clave no son las estructuras sino cada persona que las conforman.
El trabajo
es una actividad específicamente humana.
Las
organizaciones se mueven por las personas que las componen, es por ello que se
convierten en un activo importantísimo de las mismas.
Es
necesario facilitarles apoyo, confianza, motivación y medios para que pongan al
servicio de todos su competencia profesional, su capacidad creativa, a fin de
que sean el autentico motor del cambio.
La
importancia de las personas debe percibirse en todos los niveles de la
organización.
Os invito a trabajar con la fórmula y
desarrollarla en vuestro día a día.
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